sábado, 21 de abril de 2007
AYUDAME FREUD!
Si no recuerdo mal el boom de los psicólogos fue en los 90. Antes de eso los psicólogos eran gente más o menos idealizada q se dedicaba a tratar gente con "problemas". COn el surgimiento del stress la gente "top" empezo a hacer terapia.. una forma elegante de lidiar con las adversidades de la vida cotidiana y ahondar en ver cúan culpables eran sus. padres por las cosa q les aquejaban en el presente. Como todo , a medida que se fue conociendo se fue expandiendo... y evolucionando nacieron corrientes nuevas.. libros de autoayuda , libros q nos mostraban la necesidad de la terapia... los psicólogos salieron de los hospitales y consultorios y entraron a las entrevistas de trabajo, encuestas, mediciones de toda reacción del publico hacia algo,a la casa de Gran Hermano, etc, etc, etc.
Y como todo, esto tuvo sus detractores que decían que un psicologo te vuelve más loco, los que probaron con la expectativa de encontrar la clave de la vida proporcionada por alguien (que como dice mi psicóloga "si yo tuviera la clave de la felicidad ya la hubiese patentado y me estaría haciendo rica"), gente que cree q tenes q estas muy cagado de la cabeza para necesitar un psicólogo, gente que no iría, gente que dice q es un milagro, gente que se vuelve dependiente y gente q como yo cayó ahí dando el manotazo de ahogado.
Y si, yo al principio entre con cara de qué me vas solucionar vos. Y un cagazo terrible a mirar atras y ver cosas que me podían poner mal....Y ahi me di cuenta que la vida me la tenía que solucionar sola, que si yo no le ponía compromiso al cambio ni Freud, Lacan o Pavlov me podía dar una manito. Para lo único que estaba mi psico ahi era para guiarme y contenerme cuando me sintiera mal. Lo más increíble es me di cuenta que a veces preferimos hablar con un extraño para sincerarnos y llorar...
Cuando investigué mejor me di cuenta que mucha gente va al psicologo y no porque tenga traumas o sean potenciales asesinos en serie, sino porque muchas veces necesitamos una mano para superar aquellas cosas que nos dolieron mucho, que todavía nos duelen, encontrarle la razón a los que nos pasa hoy en día y hasta descubrir qué es lo que realmente queremos para mañana.
YO siempre digo a mi la terapia no me cambió la vida, me ayuda a vivir mejor...
Eso si que todos deberíamos hacer al menos un año de terapia lo puedo garantizar.. y si todos locos un poco... es cuestión de dejar los prejuicios de lado y ver si Freud no tira una punta....
lunes, 9 de abril de 2007
Sensatez y sentimiento
Cuál es el límite entre una decisión sabia y una buena decisión? Qué es lo que dicta esa diferencia? y por que el sentido común suprime muchas veces ese deseo incontrolable de cometer algo que tal vez no es tan sensato?
Muchas veces cuando nos dejamos arrebatar por el deseo o el impulso algunos nos dicen locos, otros necios, alguno que otro inconsciente... no muchos te apoyan o te alientan para seguir la dirección contraria a la razón... a veces ni siquiera esa vocecita interna que muchas veces te empuja a cometer actos de por sí irracionales.. y sólo la locura, la desesperación, el amor, el odio te aconsejan para seguir por la senda de lo inconsciente... todos ellos impulsos tan grandes e incontrolables que sólo la frialdad de la lógica o la culpa pueden aplacar... Y cuando escuchamos la voz de la razón, cuando las Ménades se callan.. solo queda silencio y la duda inconmensurable de si un momento de insensatez... una decisión que va en contra de todo pronostico no nos hubiera asegurado la felicidad...pero la razón triunfa y la duda con el tiempo se desvanece...o no... porque al menos yo, envidio a los arriesgados, a los inconcientes que se tiran de lleno a la pileta persiguiendo una sensación, un sueño... una meta... que no escuchan a la parte sensata de su corazón y apuestan todo por algo que va en contra de cualquier pronostico... que tiene el sabor de lo rebelde... y les irá mal se golpearan la cabeza contra la pared... pero incluso ahí nadie les quita el mérito de haber puesto el corazón primero...y con eso ya es suficiente para darse cuenta de que valió la pena...
A veces quisiera por un rato aunque sea, tener que dejar de elegir entre la sensatez y el sentimiento... como para acordarme que la opción más sensata a veces duele demasiado....
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