martes, 24 de julio de 2007

Los que creemos que la luna es de queso

La ingenuidad está mal vista por muchos. Si, es cierto, por momentos la ingenuidad que aconsejada por la terquedad y alimentada puede enceguecernos bastante y hacer que no veamos la pared contra la que nos vamos a estrellar, o que nos distorsione tanto la realidad que ya no distinguimos el día de la noche. Pero la ingenuidad, el hecho se soñar, de ver angelitos donde otros ven sólo obstáculos es indispensable para sentirnos vivos. Es la eterna pregunta : si los sensatos siempre aciertan.o pierden en el camino de su sensatez? Ilusionarse es lindo, ser optimista aunque nos esté lloviendo torrencialmente en la cabeza necesario. Y de vez en cuando tirarse estilo bomba a una pileta llena de problemas creyendo que es chocholate... la felicidad extrema. SI , Si uno no debería andar como un loco por la vida viendo estrellitas de colores...o sí porque ilusionarse, guardar ingenuidad o al menos tratar de ver algo de color hasta en lo más gris es a veces suficiente excusa para seguir intentando, par ano bajar los brazos o mínimo para hacer placentero hasta el momento más amargo.... si no creo que no sobreviviríamos un invierno sino pensáramos que los árboles sino se murieron sino que se están poniendo bonitos por dentro para recibir a la primavera....

domingo, 22 de julio de 2007

The Quest


Deliver me, out of my sadness.
Deliver me, from all of the madness.
Deliver me, courage to guide me.
Deliver me, strength from inside me.

Las personas en general pasamos nuestra vida buscando respuestas, buscándole sentido a la vida, explicaciones de por qué pasan ciertas cosas, tratando de desentrañar misterios como el destino, el amor, el más alla, etc. Y lo más importante nos buscamos a nosotros mismos. Pero llega un momento en el que al parecer no encontramos respuestas, en los que la cara que nos devuelve el espejo nos es desconocida, en que nada nos llena, en que nos sentimos perdidos, en el que se nos comprime el pecho de angustia y no sabemos por qué. Muchos de nosotros alguna vez nos despertamos y sentimos que anda de lo que nos rodeaba era real, que nuestros proyectos, ambiciones y rutina eran parte del plan de otro , que las palabras que decíamos carecían de sentido para nosotros.
Y ahí estamos parados adelante del tunel, un túnel que de golpe se vuelve oscuro y al parecer sin salida. Nos da miedo mirar al costado, porque quizá pisar fuera del camino de baldosas amarillas esté mal, o imprudente, totalmente egoísta quizá.
Ahí es cuando nos asalta la duda... qué queremos, qué buscamos y cuál es el sentido de todo lo que hicimos hasta hoy. Decisiones que no tomamos, gente que perdimos, cosas que no dijimos... nos pesa todo eso .. nos pesa la soledad, la rutina.. pero seguimos ahí parados, asfixiados, con una opresión en el pecho y el tironeo entre el debo y el quiero, la razón y el corazón, nosotros y el resto.
Entonces empieza la verdadera búsqueda, el verdadero desafío... saltar del camino de baldosa amarillas y sumergirnos de cabeza en el bosque que no conocemos, impulsados por la necesidad de ser felices, de sentir que estamos más cerca de nuestros sueños, aunque el resto piense que somos locos, insensatos egoístas. Y la opresión del pecho se convierte en alivio y todo se ve más claro, todo lo que pasó o no pasó nos trajo hasta acá.. a un punto en donde las opciones parecen infinitas.. en donde nos convertimos autores de lo que vivimos ...perdonamos todo pero sobre todo nos perdonamos a nosotros mismos, donde alcanzamos a ver que la felicidad nunca es plena si no se valora lo bueno que nos pasa y aprendemos de lo malo.. Y la cara del espejo se convierte en lo que queremos y el dolor se convierte en paz y experiencia...y todo cobra sentido...
Es un camino largo para unos, más corto para otros, intransitable para muchos... díficil de tomar, fácil de perderlo... pero está para todos los que decidan ir a la búsqueda... porque al final del día todo lo que importa es ser feliz y estar en paz ...
y muchas veces la felicidad está en la tangente...