viernes, 28 de marzo de 2008

El extraño junto a mí


Creo que a todos nos ha atacado el desamor alguna vez en la vida. Ese sentimiento de vacío al mirar al otro a los ojos, sentir una distancia infinita entre ambos aún cuando estamos durmiendo juntos. Cuando a uno le pasa es terriblemente doloroso; cuando lo vemos de afuera, asusta.
Siempre me intrigó la dinámica del amor, nunca llegué a entender bien por qué dos personas llegan a amarse tanto que se vuelven una, por qué hay personas que tienen todo pero no despiertan nada en nosotros, porque hay personas que nos hacen sentir cosas muy fuertes pero nosotros no despertamos nada en ellos. Pero lo que más me llama la atención es cómo algo que en algún momento nos llena el de pecho de una sensación inexplicable de felicidad se apaga y se convierte en una opresión que no nos deja respirar. Si el amor fuera pura esencia creo que muchas parejas hubiesen sobrevivido. Pero lamentablemente el amor se juega en contexto. Se construye de a poco, despacito, pero de repente todos esos momentos de felicidad, experiencias compartidas, descubrimientos, etc parecen la historia de otro. Algo lejano que ya no nos pertenece. Y entonces aparece el dolor, el vacío y la rutina. Culpamos a la vida, cosas que no compatibilizan, reclamos y necesidades que no se cumplen, temperamentos, diferencias irreconciliables. Pero nada apacigua el dolor, la falta. La sensación de que no importa cuánto nos estiremos nunca volveremos a alcanzar al otro. Y ese vacío crece... Sentimos que no lo conocemos, revolvemos buscando cosas que nos sigan uniendo o inconcientemente acentuamos las cosas q nos separan... y se desmorona... lo parchamos, lo tratamos de reciclar pero no podemos reconstruirlo...
Creo q nunca voy a entender esa parte, creo q la sensación nunca se va... nos queda un poco de recelo siempre... pero hay otra parte más en este "ciclo vital de la pareja", cuando muere el amor siempre se puede empezar de nuevo en otro lado.

jueves, 27 de marzo de 2008

Divide y conquistarás

Hace varios días se está produciendo en nuestro país un fenómeno que me está llamando la atención. Paros, huelgas, etc plagan la historia argentina, pero este paro del campo creo que es el más significativo no sólo por el reclamo en sí, sino porque deja ver la sociedad que tenemos y la sociedad que podríamos tener.
Yo no soy una persona ni que mire mucho las noticias, ni que se comprometa con alguna línea política en particular; pero incluso a mí me impacta lo que está pasando.
Nuestro país es el granero del mundo (paradójicamente tenemos chicos que mueren de hambre), somos un país de materias primas, pero siempre aspiramos, y muchos nos hacen creer, que somos el país industrial primer mundista donde se inventó.. la lapicera.
El campo la paso mal como muchos... repuntó a fuerza de laburo de gente que después de la crisis y las lluvias un día se levantó y vió como el trabajo de muchos años de un día para el otro desaparecía... el laburo que muchas generaciones tuvieron que hacer, sin celular y sin Mac.
No todos conocen la vida del campo, me incluyo, por lo que por ahi lo vemos como algo distante... o por los prototipos del chico bien cuyo paaaapiii tiene campó. Pero detrás de cualquier imagen o preconcepción que tengamos el tipo de campo nunca dejó de tener en el pecho lo que tenía la gente de campo de hace cien años que laburaba de sol a sol para cuidar la cosecha, que cuida y llora a cada animal, que no sólo pelea con los vaivenes económicos sino que le pone pecho a las tormenta, granizo, plagas...
Hoy, esa gente se cansó, se cansó como muchos otros, se levantó como una y otra vez se han levantado muchos sectores reclamando aumentos, laburo digno, justicia. Pero los tipos no piden ni que les aumenten ni que le regalen nada, los tipos piden que no les roben lo que a ellos tanto le cuesta... que no les roben para pagarle a todos esos patoteros violentos que se escudan atras de la palabra oficial para ir con palos y bronca a reclamar un lugar que ha sido simbolo de protesta... Pero lo que más hay que recalcar en esto es que aca se ve la Argentina... porque la gente apoyó al chacarero. Se paró y se solidarizó con ellos... se une y se compromete con lo que representa el país. Y ese es el espíritu que a pesar de ser chantas, vagos, corruptos, altaneros, ostentosos y muchísimas veces indiferentes tenemos los argentinos. Un país que se levantó y pudo terminar con un gobierno de facto que arrasó con una generación.
Los argentinos no somos una mina vestida de Channel enferma de poder que le importa más andar de diva por el mundo político y pisotear al q no le cumple el capricho, tampoco somos la turba violenta con palos y dispuesta a romperle todo a cualquiera (seamos honestos, estos tipos hace un año le rompían todo a K o al que se le cruzara), tampoco somos aquellos que se quejan de la Hilux que tiene el chacrero mientas miran todo por tele o escuchan la radio lavando la Grand Vitara en la Recoleta.... Los argentinos somos un pueblo que la paso mal, que se dejó dividir y conquistar por los que nos vendieron espejitos primermundistas de colores. Me parece que esto nos tendría que hacer acordar quienes somos... y que un pueblo dividido e indiferente es un pueblo que no solo no tiene historia, no tiene futuro.
Humilde opinión.