lunes, 10 de septiembre de 2007

The dark side of the moon

Hace tiempo que vengo dedicándole lágrimas a algo: a la soledad. No me refiero a la soledad física en sí ni a ese desdichado sentimiento de que el mundo me ha abandonado. Es la soledad en la que uno mismo - a veces un poco queriendo, un poco sin querer- se encierrra. Hace timepo pensaba que todo era en pos de crear mis límites y mi espacio; que guardo bastante bien al parecer, de salir en busca del bueno combate pero son ejército... y así de apoco me di cuenta que había cercado mi propio mundo, no sólo entre cuatro paredes ya que de golpe mi casa no solo se convirtió en mi refugio, mi lado del campo y mi oficina; sino que también a vece parece un enorme desierto donde no veo más que cosas mías, que a la vez parecen tan ajenas.
Y a pesar de que todo eso se creó en base a la búsqueda de mi propio yo, a veces mi yo interno y mi yo no nos hacemos tanta compañía. Ahí nace la melancolía, porque me siento sola, porque me tengo que cuidar sola, porque siento que mi familia está demasiado lejos y (tal vez sin querer o aceptando las reglas de mi espacio impuestas por mí) a veces siento que mucho no les importa.
Es cierto tengo mucha gente a la que quiero y cuya presencia me hacen sentir bien, pero a veces no hay lazo que pueda reemplazar la soledad que se siente a la noche cuando no tenés quien te abrace, la desolación de haber perdido hasta el más minimo recuerdo de esa sensación tan linda de compartirse con alguien, cuando cenas solo y ves únicamente... No me quejo , se que yo me llevé hasta acá, la cuestión es cómo salgo...! es como vivir detrás de las paredes de la ciudad prohibida, sentís que afuera hay todo un mundo pero cada vez tenés menos ganas de salir a el, ni hablar de dejar entrar a alguien a la fortaleza que te rodea... Si la soledad tiene sus ventajas, ser "libre" también pero como todo demasiado te quita el gusto... y así sigo recorriendo la casa (que por suerte no es tan grande) , sabiendo que me voy ir a a cama y lo único q me espera es mi osito y un buenas noches a mí frente al espejo....

1 comentario:

  1. Todo llega. Y no es fáci encontrar a un príncipe digno de tu reino... pero alguno tiene que haber por ahi! Te acompaño en esta soledad.

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