jueves, 12 de junio de 2008

Una nueva forma de comunicarnos...

Desde hace tiempo mis amigos y yo tropezamos con la generación fotolog. Para nosotros que los más loco era subir fotos del perro a nuestro espacio para q la vieran nuestros contactos y le poníamos 200 mil trabas, contraseña, sólo conocidos etc., para restringir precisamente el acceso a ese espacio donde publicabamos cosas que consideramos personales.
Bien, la generación fotolog, flog o whatever ve ese espacio como un lugar donde uno se saca fotos en el baño, con el perro, con tus amigos, en pijamas, con tu vieja, sube un cuadro de dalí, publica cosas, deja su email e interactúa dentro de dicho espacio con otras personas que pasean su individualidad por otros flogs. Gente q cuenta lo que siente, gente que opina y comenta, o deja un mensaje "pasé te firme, pasate", gente que se contacta de la nada pq vio el flog y le copó, con nombres del estilo "morochaza fiestera", "soy un copado.com","florcita navideña", y una entretenida combinación de sustantivos y modificadores varios, algunos hasta bizarros. Obviamente, esta gente ve sólo ese ínfimo lugar cibernetico del otro y todo esto se desarrolla en un espacio virtual y completamente idealizado, como es el ciberespacio.
Para gente como uno que empezó de abajo en el mundo virtual con una Atari o Commodore y la tortuguita logo, esta idea de conocer gente, compartir TU espacio, vivencias y opiniones y cosas que cualquier persona (del mismo lado que yo de la Internet) consideraría íntimas. Y así nace una nueva forma de "comunicación", coincido con una amiga, una forma irreal de comunicación, de expresión sí, pero comunicación??? En los términos de mi generación nos comunicamos face-to-face, como locos con el msj de texto para que el "pasé, pasate" se traduzca en mates y charlas. Porque hay cosas q por más guiño, emoticon, animación flash q le pongamos no pueden expresarse. Porque si una amiga me cuenta algo, yo quiero abrazarla, no mandarle carita triste-guión-gatito bailando; pq cuando quiero que alguien vea mis fotos pretendo mínimo que identifique a alguien.
Reconozco que ya toy ñañera de vieja, quizá, y no entiendo a estas nuevas generaciones cibernéticas, y eso que Internet es muy importante en mi vida y la hace mas fácil, pero la verdad que cosas como pedir perdón, decir te quiero, mandar un abrazo, compartir tu vida no sé si llega por fibra óptica de la misma forma.
Vaya uno a saber....

lunes, 9 de junio de 2008

Desde que soy feliz ya no escribo una línea...


Bien acabo de notar lo mucho que hace que no escribo en mi blog, no es que no hayan pasado cosas, quizá esas cosas fueron las que me sacaron las ganas de escribir.
Hace bastante que pienso este post, para ser más exacta unos 11ó12 días, no por falta de motivos sino porque no sé exactamente cómo encararlo.
La historia es básicamente la que tantas otras veces he contado, conozco a alguien, pongo fichas, las cosas no funcionan porque las cosas se dan cuando él está en el borde del vacío existencial y bueno juntos damos el paso adelante.
Como siempre no me arrepiento, de todo se aprende algo. La cuestión es que no sé si el enojo, la superación o la impotencia no me dejan ver bien. No estoy lastimada como otras veces, no se si porque ya estoy desarrollando inmunidad a los fracasos amorosos o si porque no fui yo, fue él como tantas veces. Quizá es esa calma que da saber que el negocio no me beneficiaba o que quizá aposté al caballo errado. En fin no sabría expresar qué se siente.
Pero a pesar de que me di cuenta de lo que puedo llegar a ofrecer de mí, independientemente de lo que el otro esté dispuesto a dar o si está o no a la altura, me sigo preguntando qué es lo que hace que sea tan difícil encontrar en otro un complemento. No sólo por mí, sino por tantas historias que escucho, donde muchas personas no pueden encontrar alguien que valore lo que ofrecen: su corazón. Es extraño porque ni siquiera, y quizá este fue el caso, en esas situaciones calculadas, despojadas de la ceguedad que da la pasión y esos sentimientos que nos movilizan tanto que perdemos la razón, o de esos impulsos tan ciegos y humanos que aunque sepamos que nos quema vamos y nos tiramos de cabeza; las cosas no resultan.
No me molesta la soledad de nuevo, creo que elegí ese camino - con un poco de cansancio y con otro poco de cobardía - hace rato, es el hecho del vacío que queda cuando uno apuesta a algo, a alguien, y se decepciona al ver que no era el momento, la persona o el tipico "que uno merecía algo mejor". Y esa es la pregunta: siempre nos damos lo que nos merecemos? o al menos nos damos la oportunidad de buscarlo? o simplemente nos dejamos llevar por la marea y nos conformamos con lo que creemos que podemos moldear hasta asemejarlos un poquito a lo que quisiéramos? Para quién es el enojo? a quién culpamos del frío? a nosotros que a sabiendas aceptamos lo que sabemos que va a fallar, o del otro que falla sin siquiera intentar superarse?