miércoles, 15 de noviembre de 2006
Y Julieta estaba en el balcón...
Todos alguna vez hemos tenido un amor platónico.. esas personas que con su sola presencia nos iluminan el día. De las que no sabemos muchos, a veces incluso hasta le punto de fantasear qué nombre tienen. Las sentimos como almas gemelas, nos imaginamos finales románticos o caminatas por la playa. Y está ahí tan lejos y tan cerca... a veces tal vez ni se percatan de nuestra exitencia, pero para nosotros ya forman parte de nuestro mundo. Nos enamoramos del aura, de la fantasía, de la posibilidad de que después de tanta búsqueda y tropezones esá persona sea la indicada... porque hasta el más esceptico sueña con un amor a los Shakespeare... quiere sentir que en el medio de la multitud existe alguien que está destinado a ser feliz con nosotros... Y así una mirada ajena nos alegra el día, y una sonrisa nos saca de la sombra del mal humor... pero siempre así de lejos... preguntandonos que pasaría si nos acercáramos... y a veces sin nunca animarnos a sacarnos la duda...
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