De vuelta en casa

Hace unos días volví a mi pueblo. Esta vuelta no ha sido como las anteriores, que eran vacaciones en las que venía a instalarme en el sillón familiar a pasar el tiempo. Esta vez volví como quien vuelve de la batalla con la recompensa bajo el brazo. Y esta vez fue diferente. No solamente porque antes cada vez que llegaba recordaba o rezongaba por todo lo que mi pueblo no tenía. Protestaba porque la gente era cerrada, porque el acceso a muchas cosas era más que restringido: era imposible, veía que las oportunidades se cerraban, veía el famososo "pueblo chico infierno grande"; sentía que este no era para nada mi lugar.
Renegaba de lo que había dejado cuando me fui, contenta de haber hecho que otro lugar fuera MI lugar.
Pero esta vez fue diferente. Ya veo las ocasa negativas como parte inherente de este lugar, no defectos. Son distinas porque yo vi y experimente otros lugares, porque descubrí que no importa de dónde se venga o adónde uno se instale; uno no puede renegar de que todo lo ayudó a llegar adonde uno se encuentra ahora. Me di cuenta de que yo cambié y aunque a su manera mi pueblo, su gente también. Que la gente de tu pueblo no se olvida de quién sos, y de tu pasado... y aunque les cueste ver o entender tu presente en el fondo pueden ver que uno creció peroq ue nod eja de ser la neena que iba con un bollito de billetes a comprar helado de todos los gustos al kiosco de enfrente.
Me di cuenta que gracias a lo que no tuve acá pude querer ir a buscar cosas nuevas, que ahora por más de que venga de turista no tengo que sentirme excluida porque este lugar no dejar de ser parte de mi vida...
Hace muchos años me preguntaba cómo sería tomar la ruta para no volver más, ahora veo esa ruta como el camino que me trae de vuelta a mi familia, a mis afectos, a parte de mí...Por que es quizá es cierto y este ya no es mi lugar, pero es el lugar adonde se que siempre voy a poder volver...