miércoles, 22 de febrero de 2006

Todo cambia y todo se termina...pero la comisión perdura

Todo periodo llega a su fin pero lo bueno es ver que en el camino se cosecharon muchas cosas valiosas, podemos no estar donde soñabamos cuando teniamos 18 pero no podríamos estar en un mejor lugar. Aca esta el discurso de mi colación.

Charles Dickens escribió:
Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos, la edad de la sabiduría, y también de la locura; la época de las creencias y de la incredulidad; la era de la luz y de las tinieblas; la primavera de la esperanza y el invierno de la desesperación. Todo lo poseíamos, pero no teníamos nada; caminábamos en dirección al cielo y nos extraviábamos por el camino opuesto. En una palabra, aquella época era tan parecida a la actual, que tanto en lo que se refiere al bien como al mal, sólo es aceptable la comparación en grado superlativo.
Tal vez para muchos estos años han sido así. Un periodo en el que sabíamos que íbamos en busca de un futuro, pero también de nosotros mismos. Hoy llegamos al fin de este camino, un fin que a la vez es una puerta, un nuevo comienzo.
Podemos tratar de describirlo, contarlo anecdóticamente o dar muy buenos argumentos e incluso dedicarnos a reflexionar sobre el tema, pero no alcanzarían ni 250 ni 400 ni 1000 palabras para expresar lo que este momento significa para cada uno de nosotros. Mucho paso desde ese día en que entramos por primera vez a la facultad, con esa cara de primer día de escuela y una cantidad enorme de expectativas, en especial la de saber porque el primer piso no era el primer piso!
Y así a los golpes, parando de vez en cuando para descansar transitamos este camino. Un camino en el que nos encontramos con lo más inesperado, en el que fuimos cambiando el rumbo con cada decisión. Un camino nos sorprendió con cosas nuevas, personas y experiencias. Durante estos años aprendimos no sólo más inglés, aprendimos a pelearla, a conocer nuestras fuerzas y nuestros límites incluso hasta llegar a asombrarnos. Que el mal trago de un aplazo se pasa mejor con unos mates compartidos con amigos, y que un cuatro puede valer 10. Que la tercera no es la vencida sino que puede ser la quinta o la segunda. Que los cinco patitos no se fueron a nadar, se quedaron en tu libreta. Que se puede vivir durmiendo 4 horas por día y estudiando 15, que el mate y el café son combustibles naturales para el cerebro. Que ser "libre” a veces te condiciona, pero que si aprobas libre sos leyenda.
Que enseñar inglés implica ser un poco mama un poco papa, payaso y hasta un poco serio, pero que la recompensa es invaluable. Que un traductor no vive entre diccionarios, los ama, y que no hay nada que sea suficiente siempre se puede mejorar.

Pero no estuvimos solos, muchos apostaron con nosotros. Y a ellos también le debemos un homenaje en este momento.Primero nuestras familias, nuestros viejos, quienes a pesar de no entender muy bien nuestra desesperación porque “perdimos el prefinal de la correlativa de la cursada promocionable con coloquio”, igual prendían la velita y sufrían con nosotros durante eternas horas de finales y parciales. Ellos que fieles como los analíticos “de alumnos” llevan la cuenta de nuestros finales, cursadas y fechas, y que atrás de cada tirón de orejas acompañado de un "ponete a estudiar!!" nos regalaban un “dale, yo se que podes”. Gracias por el "nene estas comiendo bien?, abrigate, “y bueno rendila de vuelta el mes que viene”, frases que tenían ese poder de levantarte el animo incluso en esos días en los que las fuerzas nos habían abandonado o ya teníamos ganas de prender fuego el Oxford y matar a Halliday que nos consumía las neuronas.
Y para que negar que ellos estaban más entusiasmados que nosotros por este día, planeando el viaje desde hace un mes. Papa que saco el traje y la abuela que se pone el vestido mas paquete para verse linda para entregarnos el diploma. A ellos mas que gracias, por acompañarnos, por entender (o hacer lo mejor por entendernos cuando por ejemplo nos enojamos por que no pueden ver que un Thesaurus no es lo mismo que el monolingual que no es lo mismo que el de collocations), por remarla con nosotros y bancarnos en las buenas y en las malas, y sobre todo por darnos la oportunidad de hacer lo q nos gusta y nos hace feliz.
También están nuestros amigos. Aquellos que nos conocen desde que compramos el primer librito de ingles cuando arrancamos el instituto. Esas `personas que a pesar de haber tomado un camino distinto siempre estuvieron para recordarnos de donde venimos y quienes somos. Y si algo hay que venia incluido en el programa de la carrera eran los amigos nuevos, aquellos que compartieron largas horas de mate y apuntes, horas de cursadas que si no fuera por ellos hubiesen sido solitarias, con los que festejamos lo bueno y nos acompañaron a ahogar las penas por lo malo. Con los que no solo nos une la carrera, o el amigo de una amiga de mi amiga, sino el hecho de habernos hecho juntos, de que nos ayudaron a crecer como personas y nos pusieron el hombro cuando sentimos que no dábamos más.
Obviamente no podemos olvidar a nuestros compañeros, esa gente con la que por compartir la angustia de ir a buscar una nota al 4to, o padecer una materia, o con los que alguna vez nos unió un "che te paso los apuntes" o algún trabajo en grupo. Porque a pesar de no conocernos mas allá del aula, nos abrazaron en la euforia de haber aprobado un final o nos palmearon el hombro cuando nos aguardaba un patito. Gracias a ellos también y fuerza.
Los profesores, que algún día podrán orgullosamente llamarnos colegas. De cada uno de ellos aprendimos algo. Porque a pesar de los errores, gracias a ellos nos hicimos más fuertes, ya que cada desaprobado se convertía en un desafío. Porque alcanzar el estándar era lo que nos hacia esforzarnos hasta el limite. Así mejoramos nuestra pronunciación y de golpe nos encontramos exigiéndole a nuestros alumnos mejores vocales y entonación. Nos volvimos obsesivos con la gramática, las colocaciones, los diccionarios, el vocabulario. Porque gracias a lo que aprendimos podemos enfrentar un salón lleno de alumnos q nos miran esperando que hablemos como en las películas o hablar de mecánica y derecho como si fuéramos expertos (porque el traductor tiene que saber todo y de todo, así nos convertimos en orgullosos todologos). Gracias a ellos también, esperemos el día de mañana ser los profesionales que ustedes quisieron forjar.
Y bueno, no me puedo olvidar de las personas que fueron indispensables para haber llegado hasta acá: Nosotros mismos. Porque aunque todavía nos falta el último tirón, llegamos. La disfrutamos, la padecimos, la odiamos, y hasta pensamos en dejarla pero al final la hicimos nuestra, nuestra carrera. . Entre apunte y apunte nos caímos, metimos la pata, recursamos, `pero cada una de esas cosas nos hicieron aprender y crecer. Porque hoy no solo somos mejores estudiantes, somos mejores personas.
Y si hay algo que rescatar es que no importa cuanto tiempo nos llevo, cuando sudor, yerba, cigarrillos y borradores: llegamos y llegar implica que le pusimos todo y que aunque por momentos parecía imposible lo conseguimos. Porque lo hicimos con pasión y le pusimos huevo.
Gente disfruten este su momento porque se lo merecen. Amen lo que hacen y traten de inspirar ese amor en otros. El futuro es nuestro. Suerte en la vida no se olviden:SI le ponen garra van a llegar adonde quieran.

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