Desde hace años que le rezo a mi vieja, sé que tiene línea directa con El de Arriba, así que cada tanto le pido que me tire una punta, que me haga un milagrito para alguien que lo necesita o que me alivie alguna pena. Siempre fue buena y rápida para contestar, pero desde hace unos meses que se ha vuelto críptica y algo lenta en responder.
Al principio, pensé que estaría ocupada en menesteres más angelicales o que estaba descansando en paz, como se merece la pobre y no con tanta hija hinchapelotas. Pero no, estaba ocupada en darme el batacazo, la lección más grande, ese abrazo que solo las madres te dan cuando te pasan de la categoría de hija a mujer.
Yo soy medio miope y bastante sorda y creo q no fue hasta hoy que me di cuenta que, con bombos y platillos y un par de "cuetes", mi vieja me puso la respuesta frente a las narices.
La respuesta es el hoy. La respuesta fue que a pesar de prenderles velas, de llamarlas y reclamarlas, ellas estaba ahí dándome aliento, pero la que remaba era yo.
La respuesta es hoy porque es el resultado de mucho, de todas esas caídas que tuve, de todas esas veces q sentí que las necesitaba, de todos los enojos que tuve por haberme dejado, de todas esas quejas de "si vos estuvieras acá las cosas serían distintas". Todo eso me llevó al hoy, al darme cuenta que hice camino, que junté mi gente, que logré metas, que crecí y me hice; yo sola, remándola, con más o menos fe, con más o menos pena.
Esa es la respuesta, que no necesito respuestas de arriba, que toy grandecita para arrancar sola (aunque hace rato que toy "arrancada"), que con cada cosa mi vieja me tiraba ese abrazo que te dan las madres cuando te vas a vivir sola, cuando lográs algo, cuando llorás pq te rompieron el corazón, y en tantos otros momentos donde son tu madre, tu amiga y tu hermana. Que me ayudan y me tiran puntas a través de lo que dejaron en mí de ellas; que esos son sus milagros.
La respuesta tan obvia, quizá, era esa, "hoy".
Y creo q con eso termino de aceptar que ya soy grande, que ya no tengo miedo de andar sola por la vida, que todo lo que fue es, quizá, de otros, pero que yo tengo mucho mío, y tengo un hoy, que no arrastra pasados, sino que los abraza y se enorgullece de eso.
De todo esto me di cuenta hoy.
Gracias, vieja, por la señal.
miércoles, 26 de septiembre de 2012
lunes, 24 de septiembre de 2012
Pidan y se les dará
El otro día tuve una charla, una charla que esperé por años, que nunca supe cómo iba a afrontar y qué resultados podía tener.
Porque uno siempre arrastra esas "charlas" que esconden muchas cosas detrás del tema que sirve de excusa, donde se dice más de lo que se escucha y que pueden definir lo que será o no de nosotros o de parte de nosotros.
Son charlas que marcan momentos, que nos prueban, que cierran puertas y que nos abren nuevos caminos. Que nos permiten mirar atrás de otra manera, o darle la espalda a lo que fue, para abrazar lo que será.
No importa lo que se dice en sí (acto ilocutivo para algunos), sino lo que se siente, charlas que muchos no pueden afrontar porque es enfrentarse a un espejo y a lo que más nos da miedo. Las practicamos en nuestra cabeza una y otra vez, nunca salen así, por supuesto, pero salen como nos sale del corazón.
Todos guardamos o esperamos una de esas conversaciones.
Años, décadas, toda una vida...y pedimos, pedimos que alguien nos mande alguna punta, rezamos para que las palabras que salgan sean las que queremos decir, que nuestro interlocutor las escuche y las aprehenda y oramos para que las verdades sean dichas y los resultados nos lleven a buen puerto.
Yo escuché lo que, penosamente, esperaba escuchar; no las palabras en sí, sino los hechos, la comprobación de ciertas sospechas que me dolían, la decepción de escuchar cosas que uno sabía pero no aceptaba.
Pero más allá de la charla, recibí respuestas a esos pedidos, pude abrir los ojos a cosas nuevas, apreciar cosas de ahora y darle la cara al futuro; porque ahora la charla la va a esperar otro. Porque yo recibí más de lo que pensaba, y cuando encaré eso que estaba atrás de la charla me vi yo por primera vez en muchos años, porque ahí en ese reflejo estaban las respuestas... con eso cerré la puerta y enfilé para adelante...
Cuando uno desnuda el corazón, pide con humildad y está atento a las señales, siempre recibe respuestas, coraje de lejos y mucha mucha luz y esperanza... yo pedí y recibí; y solo puedo decir gracias y seguir adelante.
Y aunque nos lleve años, décadas, toda la vida, esas "charlas" hay que tenerlas, porque las palabras se las lleva el viento, pero las verdades iluminan lo que está por venir.
Porque uno siempre arrastra esas "charlas" que esconden muchas cosas detrás del tema que sirve de excusa, donde se dice más de lo que se escucha y que pueden definir lo que será o no de nosotros o de parte de nosotros.
Son charlas que marcan momentos, que nos prueban, que cierran puertas y que nos abren nuevos caminos. Que nos permiten mirar atrás de otra manera, o darle la espalda a lo que fue, para abrazar lo que será.
No importa lo que se dice en sí (acto ilocutivo para algunos), sino lo que se siente, charlas que muchos no pueden afrontar porque es enfrentarse a un espejo y a lo que más nos da miedo. Las practicamos en nuestra cabeza una y otra vez, nunca salen así, por supuesto, pero salen como nos sale del corazón.
Todos guardamos o esperamos una de esas conversaciones.
Años, décadas, toda una vida...y pedimos, pedimos que alguien nos mande alguna punta, rezamos para que las palabras que salgan sean las que queremos decir, que nuestro interlocutor las escuche y las aprehenda y oramos para que las verdades sean dichas y los resultados nos lleven a buen puerto.
Yo escuché lo que, penosamente, esperaba escuchar; no las palabras en sí, sino los hechos, la comprobación de ciertas sospechas que me dolían, la decepción de escuchar cosas que uno sabía pero no aceptaba.
Pero más allá de la charla, recibí respuestas a esos pedidos, pude abrir los ojos a cosas nuevas, apreciar cosas de ahora y darle la cara al futuro; porque ahora la charla la va a esperar otro. Porque yo recibí más de lo que pensaba, y cuando encaré eso que estaba atrás de la charla me vi yo por primera vez en muchos años, porque ahí en ese reflejo estaban las respuestas... con eso cerré la puerta y enfilé para adelante...
Cuando uno desnuda el corazón, pide con humildad y está atento a las señales, siempre recibe respuestas, coraje de lejos y mucha mucha luz y esperanza... yo pedí y recibí; y solo puedo decir gracias y seguir adelante.
Y aunque nos lleve años, décadas, toda la vida, esas "charlas" hay que tenerlas, porque las palabras se las lleva el viento, pero las verdades iluminan lo que está por venir.
jueves, 13 de septiembre de 2012
¿Vos, de qué lado estás?
En general no opino de política, no me gusta, menos en los tiempos que corren. No soy oficialista, ni peronista, ni ningú -ista, ni -arca, ni letra particular del abecedario.
Pero hoy me dio tristeza ver hasta dónde llegamos, hasta adónde nos dejamos llevar por dejarnos poner rótulos, por empezar a dejar que nos definan con letras, palabras pasadas de moda, q muchos ni llegamos a entender, por dejarnos denominar compañeros, enemigos, golpitas, anti/pro modelo.
Hoy hay familias que se dejan de hablar pq uno ta de un lado y otro del otro, gente que despotrica contra otros, no dejamos clasificar, nos dejamos sacar la dignidad de ser personas y poder expresarnos libremente.
Somos A FAVOR O EN CONTRA, ENEMIGOS ÍNTIMOS, ya no vamos ni para el mismo lado, somos argentinos atentando contra argentinos.
A mí honestamente me chupa un huevo ella, hace lo que quiere, no porque la votó el 54% (siempre supimos que los porcentajes en política no cierran ni en pedo, con esta, con el anterior y remontándonos 250 años atrás), ella hace lo que quiere porque nos dejamos cagar, nos dejamos separar, nos dejamos meter en frascos donde cada uno escucha lo que quiere y cascotea al otro.
A mí me duele, me duele no poder intercambiar pensamientos o visiones con otros sin que indefectiblemente se me tilde de algo, repito a veces no tengo ni la más puta idea qué significa.
Porque hoy leo que una nena de menos de 5 años tiene más visión de futuro que nosotros, porque para ella la gente es gente y está o no de acuerdo de a porciones y eso está bien.
El peor golpe de estado nos lo dejamos a hacer a nosotros, nos estamos dejando enceguecer, por conceptos q no están claros, por clases q nos imponen, nos generan bronca, porque no le vemos salida, porque nos chocamos unos a otros. Nos reclamamos entre nosotros, nos atacamos y nos ponemos epítetos que COME ON HACE 15 AÑOS NO USÁBAMOS!!!
Porque afuera sigue habiendo pobreza, falta de educación, falta de laburo y de dignidad, y nos estamos cayendo a pedazos como sociedad. Todos, los de la letra, los -arcas, los -eses, los pro, los menos, todos y cada uno, y si hacemos mea culpa, no fue Tinelli, somos nosotros.
Bajame la cacerola, levantá la mirada del diccionario de palabras traídas de otras épocas, sacame la letra, el calificarme porque me quiero ir de viaje, los nombres extraños y los epítetos que me borran la cara, mirame a los ojos y sé honesto con lo que querés, un futuro, pero un futuro en serio, donde cada uno pueda ser libre de elegir, de pensar y de poder volver a hablar con sus amigos sin que te cambien el nombre por algún -ista, -garca o nombre de animal.
Porque como dijo Martín Fierro, "si los hermanos se pelean, se los comen los de afuera".
Nada es mi forma de indignarme nomás.
Pero hoy me dio tristeza ver hasta dónde llegamos, hasta adónde nos dejamos llevar por dejarnos poner rótulos, por empezar a dejar que nos definan con letras, palabras pasadas de moda, q muchos ni llegamos a entender, por dejarnos denominar compañeros, enemigos, golpitas, anti/pro modelo.
Hoy hay familias que se dejan de hablar pq uno ta de un lado y otro del otro, gente que despotrica contra otros, no dejamos clasificar, nos dejamos sacar la dignidad de ser personas y poder expresarnos libremente.
Somos A FAVOR O EN CONTRA, ENEMIGOS ÍNTIMOS, ya no vamos ni para el mismo lado, somos argentinos atentando contra argentinos.
A mí honestamente me chupa un huevo ella, hace lo que quiere, no porque la votó el 54% (siempre supimos que los porcentajes en política no cierran ni en pedo, con esta, con el anterior y remontándonos 250 años atrás), ella hace lo que quiere porque nos dejamos cagar, nos dejamos separar, nos dejamos meter en frascos donde cada uno escucha lo que quiere y cascotea al otro.
A mí me duele, me duele no poder intercambiar pensamientos o visiones con otros sin que indefectiblemente se me tilde de algo, repito a veces no tengo ni la más puta idea qué significa.
Porque hoy leo que una nena de menos de 5 años tiene más visión de futuro que nosotros, porque para ella la gente es gente y está o no de acuerdo de a porciones y eso está bien.
El peor golpe de estado nos lo dejamos a hacer a nosotros, nos estamos dejando enceguecer, por conceptos q no están claros, por clases q nos imponen, nos generan bronca, porque no le vemos salida, porque nos chocamos unos a otros. Nos reclamamos entre nosotros, nos atacamos y nos ponemos epítetos que COME ON HACE 15 AÑOS NO USÁBAMOS!!!
Porque afuera sigue habiendo pobreza, falta de educación, falta de laburo y de dignidad, y nos estamos cayendo a pedazos como sociedad. Todos, los de la letra, los -arcas, los -eses, los pro, los menos, todos y cada uno, y si hacemos mea culpa, no fue Tinelli, somos nosotros.
Bajame la cacerola, levantá la mirada del diccionario de palabras traídas de otras épocas, sacame la letra, el calificarme porque me quiero ir de viaje, los nombres extraños y los epítetos que me borran la cara, mirame a los ojos y sé honesto con lo que querés, un futuro, pero un futuro en serio, donde cada uno pueda ser libre de elegir, de pensar y de poder volver a hablar con sus amigos sin que te cambien el nombre por algún -ista, -garca o nombre de animal.
Porque como dijo Martín Fierro, "si los hermanos se pelean, se los comen los de afuera".
Nada es mi forma de indignarme nomás.
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