jueves, 13 de septiembre de 2012

¿Vos, de qué lado estás?

En general no opino de política, no me gusta, menos en los tiempos que corren. No soy oficialista, ni peronista, ni ningú -ista, ni -arca, ni letra particular del abecedario.
Pero hoy me dio tristeza ver hasta dónde llegamos, hasta adónde nos dejamos llevar por dejarnos poner rótulos, por empezar a dejar que nos definan con letras, palabras pasadas de moda, q muchos ni llegamos a entender, por dejarnos denominar compañeros, enemigos, golpitas, anti/pro modelo.
Hoy hay familias que se dejan de hablar pq uno ta de un lado y otro del otro, gente que despotrica contra  otros, no dejamos clasificar, nos dejamos sacar la dignidad de ser personas y poder expresarnos libremente.
Somos A FAVOR O EN CONTRA, ENEMIGOS ÍNTIMOS, ya no vamos ni para el mismo lado, somos argentinos atentando contra argentinos.
A mí honestamente me chupa un huevo ella, hace lo que quiere, no porque la votó el 54% (siempre supimos que los porcentajes en política no cierran ni en pedo, con esta, con el anterior y remontándonos 250 años atrás), ella hace lo que quiere porque nos dejamos cagar, nos dejamos separar, nos dejamos meter en frascos donde cada uno escucha lo que quiere y cascotea al otro.
A mí me duele, me duele no poder intercambiar pensamientos o visiones con otros sin que indefectiblemente se me tilde de algo, repito a veces no tengo ni la más puta idea qué significa.
Porque hoy leo que una nena de menos de 5 años tiene más visión de futuro que nosotros, porque para ella la gente es gente y está o no de acuerdo de a porciones y eso está bien.
El peor golpe de estado nos lo dejamos a hacer a nosotros, nos estamos dejando enceguecer, por conceptos q no están claros, por clases q nos imponen, nos generan bronca, porque no le vemos salida, porque nos chocamos unos a otros. Nos reclamamos entre nosotros, nos atacamos y nos ponemos epítetos que COME ON HACE 15 AÑOS NO USÁBAMOS!!!
Porque afuera sigue habiendo pobreza, falta de educación, falta de laburo y de dignidad, y nos estamos cayendo a pedazos como sociedad. Todos, los de la letra, los -arcas, los -eses, los pro, los menos, todos y cada uno, y si hacemos mea culpa, no fue Tinelli, somos nosotros.
Bajame la cacerola, levantá la mirada del diccionario de palabras traídas de otras épocas, sacame la letra, el calificarme porque me quiero ir de viaje, los nombres extraños y los epítetos que me borran la cara, mirame a los ojos y sé honesto con lo que querés, un futuro, pero un futuro en serio, donde cada uno pueda ser libre de elegir, de pensar y de poder volver a hablar con sus amigos sin que te cambien el nombre por algún -ista, -garca o nombre de animal.
Porque como dijo Martín Fierro, "si los hermanos se pelean, se los comen los de afuera".
Nada es mi forma de indignarme nomás.

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